¿POR QUÉ DOLOMITAS?

Acompáñame en esta exclusiva aventura, diseñada especialmente para sacarle el máximo provecho a un auténtico viaje de escalada alpina en el que conquistaremos algunas de las agujas de roca más legendarias del mundo.

Las cimas del lavaredo, en el entorno de las dolomitas, son conocidas entre otros motivos por; su importancia histórica, por ser patrimonio mundial de la UNESCO, por la amplia cultura de escalda que habita en el lugar y por supuesto, por su atractiva estética y verticalidad que garantizan una escalada aérea y emocionante. Todo esto convierte al lugar en un terreno de aventura muy tentador para la mayoría escaladores de aventura.

Este viaje está exclusivamente diseñado para que personas con cierta experiencia en la escalada de tradicional puedan disfrutar de la oportunidad de realizar de manera semi-autónoma algunas de las escaladas más recomendables del macizo maximizando siempre la seguridad.

Durante los 4 días efectivos que tenemos programados de actividad, trataremos de realizar tres escaladas a las diferentes agujas del macizo. Pese a los itinerarios aquí propuestos, las vías escogidas dependerán definitivamente de la experiencia del grupo, siempre tratando de elegir vías en las que podamos escalar con fluidez y solvencia. El reparto de las actividades a lo largo de los días, lo haremos en función del clima y de la acumulación de fatiga del grupo, tratando de llegar a completar tres escaladas y dejando un día de margen para el posible mal tiempo o el descanso, en cuyo caso tendremos una actividad opcional de ruta + vía ferrata.

Debido a la severa legislación italiana en la que se prohíben las actividades con cordadas autónomas, nuestro pequeño grupo se compondrá de 4 deportismas + 2 guías, formando 2 cordadas de tres personas (1 guía con cada 2 deportistas). En cada cordada podremos eso sí, alternar al escalador de primero de cordada a placer, valorando la complejidad del largo y el horario que llevemos. De modo que todo el mundo tendrá oportunidades de sobra tanto para ir en cabeza de cordada como para escalar de segundo siempre que se quiera y sea posible.